lunes, 9 de abril de 2012

Posturas Kamasutra: La postura del novato


La postura del novato recuerda a esos momentos de la juventud, cuando el placer del hombre pasa por ser más activo que su pareja. Ella no tiene otra elección que someterse a su amante, que debe aprender, con esta posición del Kamasutra, a convertirse en un profesional del sexo.
La postura del novato
Atrás quedan los años del instituto. ¡También las primeras experiencias sexuales! Pero el Kamasutra ayuda a vivir de nuevo los recuerdos de juventud que pensabas que nunca volverían. La posición del novato es la de un inexperto que debe aprender muy rápido. La de los chicos seguros de sí mismos y optimistas que éramos. Un estudiante en plena forma y capaz de realizar las mayores proezas en los juegos, sexuales o no.
El novato coloca delicadamente a la mujer en la cama. La levanta con sus manos por las caderas mientras que ella apoya su cabeza y sus hombros sobre la almohada. Los dedos de sus pies apenas alcanzan la cama. El hombre se pone de rodillas, acercando firmemente la vagina a su sexo. Es el único que decide en el vaivén, porque la mujer, en esta posición, no tiene amplitud de movimientos. En esta postura dominante, el hombre puede contemplar a su pareja, pero se encuentra también limitado: sus brazos están bloqueados y la penetración resulta difícil.
Esta postura es perfecta para lograr una rápida excitación, pero es extenuante. El hombre no puede aguantar más que unos minutos y la mujer puede sufrir rápidamente dolores musculares por la incomodidad. El hombre puede entonces cambiar de postura arrodillándose y dejar así a la mujer más a gusto. “El novato” es una posición de transición perfecta, entre la de un hombre dominante y la de una mujer que lleva el control. ¡Hay que respetar la igualdad!

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