sábado, 18 de febrero de 2012

Ménage á trois (El sexo en el que participan tres personas)


Hace tiempo que venías pensando en la forma de agregar picante a tu vida sexual, y finalmente te animaste a decirle a tu mujer lo del trío con otra mujer. Ella ha accedido, pero ninguno de los dos conoce demasiado sobre el tema.  
Existen toneladas de información acerca de cómo arreglar un encuentro sexual de a tres o un trío, pero nadie nos dice nada acerca de qué hacer una vez que estamos en uno. 
Los tríos poco tienen que ver con el sexo común y corriente. Si planeas tener un encuentro de a tres, necesitarás tener cierta idea de lo que vas a hacer, y para ello existen ciertas reglas del menage a trois. Como en todo encuentro sexual, la imaginación y la sensibilidad jugarán un rol preponderante. 
Comprender estas reglas básicas del sexo de a tres te ayudará a evitar ciertos errores comunes que acabarían con tus posibilidades de disfrutar plenamente de dicha experiencia.

Existen varios tipos de tríos de los cuales puedes disfrutar. A continuación, te ofrecemos las reglas básicas para manejar esta situación sexual tan deliciosa como intrincada.
 
Establece las reglas
Si vas a tener sexo con dos mujeres y cada uno de ustedes tiene sus propias reglas y límites, entonces la comprensión y el respeto de los niveles de confort de la otra persona deberá ser una prioridad a la hora de establecer los límites de este menage a trois. 
Dado que la relación con tu mujer posiblemente se vea afectada por esta nueva experiencia, necesitarás tener absolutamente claro —y de antemano—con qué actos ella se siente cómoda y qué actos conviene evitar por completo.

Por ejemplo, ella podría decirte que no se siente cómoda con la idea de verte penetrando a otra mujer o incluso satisfaciéndola en forma oral.
 
Tú debes respetar sus límites. Recuerda que cada mujer puede sentir celos repentinos, de modo que intenta no desatender a ninguna de ellas, aunque procura prestar una dosis mayor de atención a aquella con la que tienes una relación. Esta es una regla extremadamente importante en el sexo de a tres.  
Asimismo, también tú podrías terminar sintiendo celos su no eres el centro de la atención. Simplemente ten en cuenta que el objetivo del juego es compartir sexo entre tres personas. 
Por último, recuerda que si bien algunas personas optan por buscar valor en el alcohol antes de lanzarse a una experiencia de este tipo, generalmente el sexo en estado de ebriedad termina siendo mal sexo.

Si decides servir alguna copita para relajar los ánimos está bien, pero nada más. Desde luego, la idea es que estés al máximo de tus capacidades.
 
Sé tan dadivoso como puedas
Aunque puedas estar esperando que las dos mujeres te otorguen el 100% de su atención, lo cierto es que ellas están ahí tanto para satisfacerse entre ellas como para satisfacerte a ti.

En cierta forma, podrías terminar sintiéndote ignorado, y deberás dar lo mejor de ti para superar esta sensación.
 
La mejor manera de abordar esta situación, y al mismo tiempo una importante regla a respetar del menage a trois, es olvidar tus sentimientos por un momento e intentar ser tan generoso como puedas con tus manos y con tu boca.  
El placer en el sexo de a dos es recíproco, va y viene, pero en un trío entra a jugar el aspecto cíclico del acto. En consecuencia, sé paciente, concéntrate en ambas mujeres, y la atención volverá hacia ti sin que debas solicitarlo. 
Cualquier tipo de placer que recibas en un trío es un regalo, de modo que en lugar de esperar algo en particular (como que te practiquen sexo oral ambas mujeres al mismo tiempo), disfruta de todo lo que surja en forma espontánea. 
Mantente ocupado
Cuando suceda que ambas mujeres se estén satisfaciendo entre ellas y tú no encuentres nada para hacer, busca la forma de mantenerte ocupado. Toma el asunto entre tus propias manos y encuentra la forma de participar. 

Con tres participantes

El sexo en el que participan tres personas se suele denominar ménage à trois.

Penetración múltiple

La penetración múltiple se refiere la penetración de una persona por varios orificios simultáneamente. Generalmente involucra entre tres y cinco participantes. La penetración se puede llevar a cabo con los dedos de las manos, los dedos de los pies, juguetes sexuales o penes. Estas posiciones son populares en la pornografía, pero es difícil contabilizar su popularidad fuera de ésta.

Penetración simultánea del ano por dos penes o otros objetos. Esto se llama comúnmente
 penetración anal doble.Cuando una persona es penetrada por dos objetos, se llama genéricamente doble penetración (a veces abreviada dp). Dados los orificios de la vagina, el ano y la boca, hay varias maneras de como ésta se puede hacer. Esto incluye:
  • La penetración simultánea de la vagina por dos penes u otros objetos. Esto se llama comúnmente penetración vaginal doble.
  • La penetración simultánea de la vagina y el ano. Si esto se hace usando penes y/o consoladores con correa, a veces se llama elsándwich.
  • La penetración simultánea de la boca y o bien la vagina o bien el ano.

Ejercicios de Kegel

Así se llaman los ejercicios que hay que practicar para obtener resultados probados a la hora de conseguir mayor placer sexual. Es muy fácil practicarlos, la técnica consiste en contraer la vagina y acto seguido relajarla. No es difícil, una forma de aprender es mientras estés orinando cortar la salida de la orina durante unos segundos, de esta forma se contrae la vagina.

Cuando ya se ha adquirido suficiente técnica, pueden controlarse los músculos en cualquier parte, estando sentada, parada en la calle. Hay que repetir el ejercicio cada día de 20 a 400 veces.

Si el problema de la distensión de los músculos de la pelvis es acusado, entonces existen conos vaginales que se venden en farmacias y que ayudan a ejercitar esos músculos.

Pueden ser varios los motivos por los que pueden distenderse los músculos vaginales:
Por falta de entrenamiento
Debido a los embarazos y al posterior parto
Por la edad
Por el sobrepeso

Cómo se practican los ejercicios Kegel
Modo de realizar los ejercicios al principio:
Contrae los músculos de la vagina tres segundos y luego relaja. Repetir 10 veces.
Contraer y relajar lo más rápido que se pueda. Repetir 25 veces.
Imagina que sujetas algo con tu vagina, mantén esta posición durante 3 segundos y relaja. Repetir 10 veces.
Imagina que lanzas un objeto con tu vagina, mantén la posición durante 3 segundos y relaja. Repetir 10 veces.
Estos ejercicios hay que realizarlos tres veces al día.

Modo de realizar los ejercicios para iniciadas:
Tumbarse en el suelo con las rodillas dobladas y las plantas de los pies cara a cara.
Mantener los músculos del estómago y de la vagina en posición relajada.
Se trata de imaginar las paredes interiores de la vagina e intentar acercarlas contrayendo los músculos.
No hay que flexionar los músculos del estómago ni presionar los glúteos.
Contraer lentamente contando hasta diez.
Mantener los músculos contraídos con la vagina cerrada contando hasta diez.
Continuar la contracción, contando hasta diez.
Relajar contando hasta diez y volver a empezar.
El ejercicio debe hacerse durante diez minutos.

Para saber si se están efectuando correctamente los ejercicios, cuando ya hayan pasado unos días de ejercicios coloca un dedo o dos entre los músculos de la vagina y contrae, verás cómo la vagina comienza a estrecharse.

También los hombres pueden practicar los ejercicios Kegel pero ellos lo que consiguen es controlar o bien retrasar su orgasmo.

Los resultados de estos ejercicios empiezan a notarse pasadas unas tres o cuatro semanas después de practicarlos. Pero hay que continuar para obtener la máxima eficacia.

Alimentos que estimulan el apetito... sexual

Comida y sexo tienen un punto en común, son generadores de placer para el ser humano, de ahí que a lo largo de la Historia se haya buscado acercarlos insistentemente, al grado de que existe una palabra que funge como el puente entre ambos conceptos: afrodisíaco. ¿Le interesa conocer cuáles forman parte de la gastronomía mexicana?

El diccionario denomina afrodisíaco a cualquier sustancia que en teoría aumenta el apetito sexual mediante su ingesta, ya sea en forma de comida o bebida.

El término es una referencia a Afrodita, diosa griega del amor, que surgió desnuda de la espuma del Mar de Cythera (en el siglo VI, a. de C.) cuando el dios Cronos mató y castró a su padre, arrojando sus genitales al océano.

La Historia de la humanidad ha dejado constancia de que en todas las culturas se han preparado ungüentos, pócimas de amor y prácticas rituales para atraer al sexo opuesto, potenciar sexualidad y fertilidad. Estas cualidades se atribuyeron por muchos años a plantas y alimentos cuya forma se parecía mucho en su estado natural a los órganos sexuales masculinos o femeninos o, incluso, semejaban en su aroma a las secreciones genitales.

Los antiguos aztecas consideraron importante potencializador sexual al aguacate, cuya traducción del náhuatl es “testículo”, gracias a la forma que tiene; la raíz de la mandrágora tiene forma de pene, y por miles de años ha sido considerada afrodisíaca. En la Edad Media se recomendaba comer frutos con montones de semillas, como granada e higo, para quienes querían muchos hijos.

Otros alimentos deben su fama de estimuladores sexuales a verdaderas cualidades medicinales, como albahaca, perejil, hierbabuena, cebolla, pimienta negra, clavo, jengibre y chile, ya que aumentan el riego sanguíneo en el aparato urogenital (del que forman parte los órganos genitales).

Igualmente se sabe que el alcohol en dosis moderadas ejerce efecto deshinibidor, estado muy propicio para la actividad erótica, pero en exceso reduce el deseo. El más famoso, y que ha trascendido varios siglos, es el champán, reconocida bebida burbujeante elaborada con uvas, y que a decir de muchos surte especial efecto erótico en la mujer más que en el hombre.

Afrodisíacos nuestros de cada día

Aunque muchas personas se muestren parcas o reticentes al respecto, existe gran número de alimentos que forman parte de la dieta del mexicano y que puede estimular su vida sexual, y si no lo cree, a continuación le presentamos algunos de ellos:

Aguacate. Su contenido nutricional es elevado: rico en vitaminas A y E, así como en aceites naturales, proteínas, hidratos de carbono y minerales que resultan esenciales para la generación de hormonas sexuales. Ahora bien, su poder afrodisiaco radica en la pulpa, pero también en su semilla (aunque parezca raro), la cual para aprovecharla debe romperse en varios trozos que se dejan durante cinco minutos en un tazón con agua o leche hirviendo, para tomarse como infusión.

Apio. Verdura cuyos tallos son comestibles y se caracterizan por contener mucha agua y celulosa (fibra), pero además una sustancia que estimula la producción de hormonas masculinas, la comarina.

Avena. Restituye la energía perdida por desgaste físico, particularmente quienes viven estrés constante. Resulta especialmente indicado para la sexualidad porque fomenta el aumento de testosterona en la sangre, en otras palabras, incrementa el deseo sexual.

Canela. Bien se sabe que mejora toda clase de problemas relacionados con el frío (mala circulación, tos, fiebre y catarro), gracias a que, entre otras cualidades, eleva la temperatura corporal. Asimismo, fortalece al sistema nervioso y aleja fatiga y depresión, razón por la cual también reduce tensión y ansiedad, que en muchas ocasiones resultan un obstáculo para una buena relación íntima.

Cereza. Su alto contenido en vitaminas del complejo B es la posible justificación de que se identifique como delicioso afrodisíaco, ya que aumenta la utilización de oxígeno por el organismo y potencia la función cardíaca , así que cuando se llega a necesitar más oxigenación como en el acto sexual , esta frutita es de gran ayuda.

Chocolate. El cacao (compuesto esencial de este producto) ha comprobado científicamente que posee considerable cantidad de feniletinamina, agente químico que activa los receptores en las células nerviosas del cerebro que producen sensación de bienestar. Se cuenta que los aztecas le conferían propiedades afrodisíacas al beberlo caliente y mezclado con chile; ¿qué le parece?

Damiana. Actúa de manera rápida y efectiva sobre los centros nerviosos, mediante acción estimulante en los órganos sexuales. Se indica para problemas de disfunción eréctil y ante la falta de deseo.

Fresas. Debido a que favorecen el mejor flujo sanguíneo, se le atribuyen cualidades para alimentar la capacidad y el deseo sexual.

Manzana. Es el símbolo de la sensualidad por excelencia y el fruto prohibido que sedujo a Eva y después a Adán. En cuanto a cualidades afrodisíacas no hay mucho que decir, apenas que es buen estimulante. En postre, y aderezada con canela, es una opción a considerar.

Mariscos. Los “frutos del mar” son importantes coadyuvantes en la salud sexual, principalmente por su aporte de minerales de alto rango, como fósforo, que ayuda a asimilar proteínas, grasas e hidratos de carbono, y al adecuado funcionamiento del sistema nervioso; yodo, indispensable para el óptimo funcionamiento de la tiroides, glándula que se encarga de crear hormonas que intervienen prácticamente en todas las funciones del organismo; zinc, cuya falta se relaciona regularmente con problemas de disfunción eréctil y de próstata.

Miel. Poderoso nutriente natural que proporciona energía y vitalidad en general, pero además contiene boro en abundancia, mineral que ayuda a aumentar los niveles de testosterona, hormona directamente relacionada con deseo y capacidad de tener orgasmos.

Polen de abejas. Las cualidades del producto anterior, en éste se duplican o triplican, al grado que sólo debe ingerirse una cucharada sopera diaria, cuidando de masticar los granos muy bien o diluirlos previamente en leche, té o cualquier líquido; cabe destacar que por cada tres semanas de consumo debe descansarse una semana para reanudar su ingestión.

Nuez. Mejora la circulación y la funcionalidad del cerebro por su alto contenido en ácidos omega 3, fósforo y magnesio; colabora en la producción de glóbulos rojos (contenidos en sangre y encargados de transportar oxígeno a todo el cuerpo), además de que mejoran depresión, estrés y fatiga. Consumir entre 6 y 12 nueces diarias es tan positivo para la salud como para el sexo.

Pistache. Es considerado en Oriente uno de los afrodisíacos más potentes que se pueden encontrar en la naturaleza, y al que se debe evidente aumento del deseo pasional, según dicen.

Menta. Se dice que fue la primera planta medicinal utilizada con fines afrodisíacos, ya que es delicado estimulante del sistema nervioso. Además, tiene diversos efectos curativos, entre los que podemos mencionar el mejoramiento de la digestión y el mal aliento (nadie negará su utilidad en un encuentro íntimo), y se puede utilizar como suave calmante de la ansiedad. En cenas románticas no es raro que se ofrezca un licor de menta.

Ahora bien, como podemos imaginar, la lista de alimentos afrodisíacos requeriría de mucho más espacio, por lo cual a continuación haremos mención de algunos más pero agrupados por nutrientes para que no hagan falta en nuestra dieta:

Complejo B. Las vitaminas de este grupo contribuyen al buen funcionamiento del sistema nervioso y calman la ansiedad pero, sobre todo mantienen en niveles regulares la producción de hormonas sexuales; se consume a través de cacahuates, germen y harina integral de trigo, melocotón, durazno, maíz, pimiento rojo, verduras de hoja verde, melón, mango, leche, queso y huevo, entre otros alimentos.

Minerales. Fósforo, calcio y magnesio incrementan el deseo sexual; se consumen mediante hortalizas de hoja verde, semillas de ajonjolí y perejil, hígado de cerdo, bacalao, atún y sardinas en aceite, pollo, huevo y yogurt. El selenio colabora en la producción hormonal; los alimentos que lo contienen son carne, lácteos, germen y salvado de trigo, cebolla, ajo, tomate verde, brócoli y levadura de cerveza, frutos secos y semillas de girasol.

Vitamina E. Tiene efectos casi prodigiosos por lo que a la vida sexual se refiere, además de que incrementa la producción hormonal. La incluyen aceites vegetales, semillas, frutos secos, cereales, huevos, lechuga y brócoli.

Finalmente, no queremos dejar de mencionar dos productos que aunque raros en la alimentación del mexicano suelen colaborar notablemente en la vida sexual, por lo que vale la pena conseguirlos en tiendas naturistas o de productos orientales:

Gingko biloba. La cualidad de esta planta por la que es reconocida a nivel mundial es la de ser estupendo vasodilatador, es decir, evita la adhesión de las células (eritrocitos o glóbulos rojos) encargadas de transportar a través del flujo sanguíneo el oxígeno, de manera que se incrementa la entrega de este gas a todos los órganos del cuerpo. Para el caso que hoy nos ocupa, resulta de suma importancia al irrigar cerebro, el cual es también un órgano sexual, y áreas genitales.

Ginseng. Hierba que no sólo se reconoce por su peculiaridad vasodilatadora, sino también evita el envejecimiento prematuro de las células de todo el cuerpo (acción antioxidante). Por si fuera poco, colabora al incrementar el apetito sexual y disminuye la tensión nerviosa por estrés.

Nutriólogos, chefs y sexólogos de reconocido nombre aseguran que el sexo necesita la misma dedicación y trabajo que el requerido para preparar un buen menú. Es cierto que una comida rápida nos satisface, incluso es lo que hacemos con cierta frecuencia, pero nos alimenta y disfrutamos más de una cena en la que se ha prestado atención al ambiente, el lugar donde se sirve y decoración de la mesa de manera atractiva —con flores, iluminación adecuada y música suave—, detalles que son tan importantes como la habilidad culinaria empleada para la elaboración de los platillos. Lo mismo sucede con el sexo, ¿no lo cree así?

¿Cuánto debe durar el coito?


Según la revista Journal of Sexual Medicine (Diario de Medicina Sexual), el coito ideal debe durar entre 7 y 13 minutos, sin tomar en cuenta los juegos previos. Sin embargo, es difícil establecer estándares al respecto, y los expertos aconsejan no mirar el reloj, sino disfrutar el momento.


Un mito popular que se ha instalado como gran verdad es aquel que indica que entre más prolongada sea la penetración, mejor será el acto sexual. De hecho, lo anterior forma parte de las fantasías eróticas de muchas personas, quienes imaginan coito (unión del pene y la vagina) durante toda la noche y con erecciones cada vez más pronunciadas; sin embargo, esto no sucede en la realidad.


“El acto sexual es diferente en cada persona y pareja, a lo que se suman situaciones específicas y del entorno donde vaya a tener lugar. Se estima que las mujeres requieren, aproximadamente, de 20 a 30 minutos para excitarse y alcanzar el orgasmo; empero, debe quedar claro que ese tiempo no es sólo para coito, sino que incluye besos, caricias, abrazos, sexo oral —cuando se desea—, y tal vez 10 minutos de penetración”, explica la terapeuta sexual y psicoterapeuta Rinna Riesenfeld, codirectora de la librería El Armario Abierto.


La entrevistada resalta que todo depende de lo realizado durante el juego erótico previo, pues si éste fue pobre, prácticamente se le va a cargar todo el trabajo al coito, el cual suele resultar poco satisfactorio para la mujer, por falta de estimulación.


Cada quien su tiempo


Creer que un coito o penetración de pocos minutos es anormal, al grado de ocasionar disgusto en el varón o su pareja, es grave error con el que muchos individuos han tenido que vivir. Incluso, hay quienes se angustian y creen que tienen un problema al cual deben dar solución, por lo que no es extraño que acudan a terapia con psicólogo o sexólogo, debido a que su vida comienza a verse afectada.


En particular, agrega la experta, “los hombres tienen pesada carga, pues pareciera que el coito depende sólo de ellos, de su erección, duración de la misma y del control de la eyaculación. Todo ello termina siendo muy estresante”.


“Además, en la estimulación no sólo debe utilizarse el pene, ya que para el mismo fin es posible usar los dedos, lengua o algún juguete sexual; de esta manera puede durar más tiempo la penetración sin que todo dependa de la erección y/o eyaculación”, agrega. Otro mito que también influye de manera negativa es “llegar al orgasmo al mismo tiempo”, lo cual se ha comprobado ampliamente que no es cierto.


No todo está en los genitales


Lo anterior ocurre porque nos enseñan a centrar la sexualidad en pene y coito, lo que deriva en relaciones eróticas pobres. “Incluso, resulta curioso que una pareja, antes de experimentar la penetración, tiene encuentros más duraderos, es decir, no hay prisa para llegar a algo. Así, se dan tiempo para olerse, tocarse, chuparse la oreja, mirarse a los ojos y hablarse, y así pueden pasar horas en éxtasis”, resalta la Dra. Rinna Riesenfeld, quien es autora del libro Papá, mamá, soy gay.


En este contexto, la especialista comenta que podría pensarse que aquella pareja que luego de semanas o meses de romance inicia el contacto genital, tomaría a éste como un complemento dentro de su actividad erótica. Paradójicamente no ocurre así, ya que la estimulación de todo el cuerpo y de los sentidos se reduce a la mínima expresión, a pesar de que es ahí donde se encontraba la mayor intensidad, mientras que el coito, que sólo debería ser el “remate”, se vuelve primordial.


“Por ejemplo, si antes la pareja se besaba 30 minutos, ahora lo hace sólo 2 minutos, y si la estimulación o el ‘faje’ duraba una hora, declina a 10 minutos. Se reducen tales tiempos para llegar a ‘lo bueno’ y cuando ello ocurre, la gente no está tan excitada”, señala la sexóloga, aunque reconoce que, desde luego, hay ocasiones en que “un rapidín” de 3 a 5 minutos puede hacernos “llegar al cielo”.


La gente que disfruta mucho de la sexualidad, por lo general, pide que la penetración dure de 15 a 20 minutos. Hay amplio surtido de situaciones y duraciones de coito, pero definitivamente es la menor parte de la sexualidad y a la que más hemos enaltecido.


“De hecho, toda la comunicación que se da en el famoso previo es a veces más intensa que la penetración, y constituye algo que nos llega al alma y cuerpo. Es más, el mejor libro de sexualidad que he visto, por cierto, con gran número de páginas, menciona mil consejos sobre erotismo y finaliza con la frase: ‘si después de esto quiere tener penetración, adelante’. Dicho texto nunca habla de coitos”, acota la Dra. Rinna Riesenfeld.


Exaltación del coito


Se le ha dado mayor importancia a la penetración debido a cuestiones culturales y de reproducción; además, a los hombres les viene de maravilla porque los puntos de placer genital están ubicados en el pene. “En cambio, nosotras, por constitución anatómica, tenemos otros juegos y áreas de estimulación. Incluso, esto a veces genera problemas, pues hay varones que tocan a las mujeres sin disfrutarlo, ya que sólo están pensando en qué momento la penetrarán”, señala la terapeuta sexual.


Sin embargo, continúa, tocar a alguien, disfrutándolo, ya es en sí una “penetración”, pues ésta no sólo debería entenderse como un tema de penes y vaginas, sino del cuerpo, emociones y sentidos. Así, opina, lo más recomendable es hacer el amor con todo el cuerpo.


“He tenido pacientes de ambos sexos, que a pesar de ser minoría, prefieren otras prácticas en lugar de la penetración. De hecho, gozan más con sexo oral y estimulación manual por parte de la pareja”, comenta la codirectora de la librería El Armario Abierto.


Considere que cada ser humano es dueño de su sexualidad, así que no tema: atrévase a conocerla y acercarse a ella. En verdad, vale la pena porque nos regala momentos maravillosos, así que deje atrás los mitos y viva en plenitud.

Sueños húmedos, ¿signo de trastornos?


Se reconocen también como “poluciones nocturnas” y son motivo de vergüenza para algunos y de enojo para otros; en realidad no hay de qué preocuparse, ya que se trata de un proceso natural del organismo humano que no denota desajustes, ni físicos ni mentales.


El término con el que los científicos reconocen este fenómeno masculino es “polución nocturna”, el cual para algunos puede sonar raro, pues es más fácil relacionarlo con contaminación. Lo cierto es que la palabra que en esta ocasión nos ocupa refiere a la secreción de semen, siempre involuntaria, que no va acompañada de un orgasmo, por razones que a continuación explicaremos.


Antes de continuar, es importante dejar claro que tampoco se trata de una eyaculación en toda la extensión de la palabra, ya que en ésta la cantidad de esperma es mayor y se expulsa con más fuerza, debido a las contracciones nerviosas del aparato sexual masculino al llegar al punto culminante de su estado de excitación máxima, lo cual se produce durante la relación sexual o a través de la masturbación.


Ahora bien, a polución suele acompañarle el término “nocturna” debido a que es en los periodos de descanso en ese lapso del día en que con mayor frecuencia se presenta. Así es, esta expulsión suele ocurrir durante la llamada fase MOR (Movimiento Ocular Rápido o REM por sus siglas en inglés) del sueño, la cual trataremos de explicar de la siguiente forma: al quedarnos dormidos pasamos por dos etapas fundamentales, siendo la primera la fase ligera, donde las ondas cerebrales se hacen lentas; aproximadamente 90 minutos después se ingresa a la segunda, donde el sueño es más profundo y el organismo sufre baja en temperatura corporal y pulso, el oído se pone alerta y los ojos se mueven bajo los párpados de un lado a otro de manera similar a cuando se está viendo una película, lo que se denomina fase MOR, momento en el que se presentan los sueños y el cerebro está tan activo como si se estuviera despierto; los especialistas señalan que esta etapa ocupa apenas 25% del tiempo que pasamos dormidos.


Polémico tema


Las estadísticas señalan que las poluciones se originan a partir de los 12 ó 13 años, aunque la edad puede variar, y en algunos casos adelantarse incluso a los 9 años; hacia el lado opuesto, se conocen casos de hombres con más de 80 años que las siguen experimentando. En ocasiones se presentan más de una vez por noche, sin que los varones se percaten de ello, siendo un fenómeno que alcanza su frecuencia máxima entre los 17 y 20 años.


Neurólogos, psicólogos, especialistas en trastornos del sueño e incluso sexólogos discuten en nuestros días el hecho de que las poluciones se hagan presentes en la etapa MOR, ya que algunos señalan que se deben a tener sueños eróticos y otros descartan tal hipótesis.


Los urólogos, por ejemplo, afirman que la eyaculación nocturna puede ser provocada por un mecanismo automático del organismo para mantener el buen funcionamiento de los genitales masculinos, lo cual se explica de la siguiente forma: al no haber coito o masturbación las vesículas seminales (especie de recipientes que acumulan el esperma) se llenan y originan que haya una erección, la cual a su vez provoca una contracción en la próstata y ésta a su vez motivará la expulsión del líquido. Por si fuera poco, los mismos especialistas acotan que la mayoría de las erecciones durante el sueño ocurren en las primeras horas de la mañana, cuando los niveles de testosterona (hormona sexual masculina) en la sangre son máximos.


Por su parte, la corriente científica que se ocupa de la salud mental indica que el mecanismo referido funciona como se ha presentado tras ser estimulado oníricamente (al soñar), lo cual es más común ante la falta de actividad sexual.


Es importante dejar claro que si bien se ha mencionado que las poluciones nocturnas son más frecuentes entre los jóvenes que inician la adolescencia, ello no quiere decir que han desarrollado plenamente su capacidad reproductiva, ya que el fluido seminal puede no contener espermatozoides, debido a que estos empiezan a producirse aproximadamente a los 15 años de edad, aunque en ciertos casos hasta los 18 años por no haberse completado la maduración adulta en la creación de espermas en los testículos.


Nada de qué apenarse


Para gran cantidad de jóvenes los sueños húmedos significan el ingreso a la pubertad, ya que sin saberlo la producción de hormonas sexuales se inicia y con ella cambios importantes en el organismo: la voz se hace más gruesa, crecen vellos en la región púbica y las axilas, y los genitales empiezan a madurar.


Sin embargo, el hecho de que los chicos al despertar por la mañana encuentren sábanas y ropa de dormir manchadas de semen es motivo de extrañeza, pero sobre todo de vergüenza como si hubieran cometido algún acto indecoroso. Ante tal hecho, se recomienda que los padres actúen con total naturalidad y traten de explicar al apenado chico que se trata de un proceso fisiológico que indica que se encuentra ya en la adolescencia.


Si los progenitores no actúan de esta manera y regañan al joven avergonzado, pueden desencadenar un sentimiento de culpa que lo acompañará por muchos años, en el que se relacionará a la eyaculación con algo negativo, que corresponde a un individuo perverso de pensamientos malsanos.


Igualmente negativo será que el chico busque asesoría entre amigos de su edad o con quien no es lo suficientemente maduro para orientarlo, pudiendo con ello correr el riesgo de relacionar las poluciones nocturnas con el inicio de la virilidad, masculinidad o machismo, o bien con la culminación de sueños o fantasías eróticas, sin tener una explicación del proceso fisiológico natural que significa realmente.


Así, se sugiere a los padres tomar el acontecimiento con naturalidad y no obligar al chico a hablar del tema si no quiere; en cambio, deben ofrecer mantener “las puertas abiertas” a cualquier tipo de preguntas al respecto y, algo que será muy valioso, no hablar de las experiencias propias, pues los adolescentes lo aborrecen.


Si usted se pregunta qué sucede en la mujer durante un sueño húmedo, podemos mencionarle que no experimenta una polución como el varón, pues no genera líquido seminal, pero si tendrá humedad originada por las llamadas glándulas de Eskene y Bartholin, las cuales se encuentran a cada lado de los labios vaginales menores y tienen la función de producir fluido cuando hay excitación.


¿Cuántos orgasmos has sentido en un acto sexual?