Esta práctica sexual humana es capaz de conducir al clímax acariciando suavemente, lamiendo, chupando o mordiendo esa zona erógena femenina. Hay mujeres que son capaces de estimularse así sus propios pezones.
La estimulación de los pezones promueve la secreción de la hormona oxitocina, la cual es conocida por aumentar la afinidad de la pareja, la confianza, el instinto maternal y disminuir la ansiedad.
A continuación, te explicamos una serie de procedimientos que te permitirán experimentar nuevas e inigualables sensaciones.
Primeramente, se debe comenzar con suaves caricias alrededor de los pezones. Luego, en el momento de excitación máxima se empieza la estimulación directa con la boca: jugueteos con la lengua, succiones, mordiscos, mientras se acarician otras partes del cuerpo, por lo que también se usan las manos en este juego amoroso.
Una vez entrados en calor, se puede pasar a la penetración y/o a la estimulación del clítoris, momento en el que se multiplican las sensaciones y se potencia el orgasmo.
Para masajear y acariciar los pezones existen diferentes formas, tales como:
• Acariciar con la palma de la mano todo el contorno del pecho.
• Pinzar el pezón con la yema de los dedos y hacer pequeños tironcitos hacia afuera.
• Rozar los genitales con los pechos en forma de masaje.
• Masajear los pechos con la boca y acariciar con la lengua.
• Alternar estos masajes y caricias con los besos.
• Succionar el pezón con la boca y combinarlo con la masturbación.
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