El vaginismo es una forma de disfunción sexual que se caracteriza por la contracción involuntaria de los músculos perivaginales. El vaginismo constituye una de las principales causas de no consumación del matrimonio. |
Las causas del vaginismo pueden ser varias, pudiendo diferenciar dos grandes grupos: las causas de origen orgánico y las de origen psicológico.
Causas orgánicas
Para determinar una posible causa orgánica, la mujer deberá someterse a un examen ginecológico. Las principales causas orgánicas son:
- La existencia de alguna cicatriz en la entrada de la vagina como consecuencia de un parto traumático, un aborto, una violación, etc.
- Una insuficiencia hormonal originada por falta de estrógenos, como en la menopausia.
- Una infección, causada en la mayoría de sus veces por alguna enfermedad de transmisión sexual y que hace que la vagina se inflame hasta el punto de que el contacto sexual resulte imposible.
- El uso de desodorantes íntimos irritantes, por eso, no cesaremos de repetir, que el lavado de los genitales externos con agua y jabón, es el mejor tipo de higiene.
- Alergia al caucho del diafragma o del preservativo.
- Una manipulación brusca del clítoris durante los juegos preliminares.
- Una masturbación brusca con un vibrador.
- El uso continuado de prendas excesivamente ajustadas (tejanos, por ejemplo).
- La existencia de algún tumor.
- También se han dado casos muy raros en los existe alguna anomalía congénita de la vagina que impide la penetración.
Causas psicológicas
Una vez descartadas las causas orgánicas, podemos hablar de causas psicológicas, cuyo denominador común es el temor, lo que hace que la contracción muscular se adelante a la penetración. Las principales causas psicológicas son:
- El sentimiento de culpabilidad que algunas mujeres experimentan al sentir placer, sobre todo aquellas que fueron educadas por tabúes religiosos.
- El disgusto por el sexo, ya sea como consecuencia de la educación recibida o por alguna experiencia traumática, como un intento de violación o incesto.
- Los traumas infantiles de carácter sexual, son la causa más relevante del vaginismo. Estas niñas suelen construir un muro a su alrededor difícil de destruir, que les reportará importantes consecuencias afectivas y sexuales en el futuro. De hecho, suelen ser más importantes las consecuencias psíquicas del suceso, que éste en sí mismo.
- El mal manejo de la agresividad.
- La frustración que supone el fracaso reiterado de las primeras experiencias sexuales.
- La ignorancia de la anatomía, tanto propia como del compañero.
- El miedo inconsciente al dolor o a un posible embarazo.
- La creencia de ciertos mitos de la virginidad, como el de la ruptura del himen y la sangre, sin saber que en las primeras relaciones no tiene por qué haber ni sangre ni dolor.
Tratamiento del vaginismo
Una vez recibida esta información, es conveniente que la mujer observe sus propios genitales con la ayuda de un espejo e incluso que se decida a explorarlos, al igual que se aconseja que ésta, juguetee con el pene de su compañero, pues es la mejor manera de que la mujer tome conciencia de que los genitales de ambos se adaptaran perfectamente. Toda mujer debería saber que cuando se halla excitada y por consiguiente, su vagina bien lubricada, ésta se adaptará perfectamente al tamaño del pene; además, la vagina es un músculo que no tiene terminaciones nerviosas que puedan producir dolor.En muchos casos, una buena información sobre el tema puede acabar con el problema, pero en otros no, para estos últimos, aconsejamos la visita al sexólogo, donde éste optará por el tratamiento más adecuado. Será imprescindible que la pareja que acuda a la sexoterapia sea sincera al 100%, de lo contrario el tratamiento estará abocado al fracaso.
Aunque existen diversos tratamientos, aquí sólo expondremos los más habituales.
Sea cual sea el tratamiento utilizado, se aconseja la total ausencia de relaciones sexuales mientras éste dure, pues cada tentativa negativa, induce a una mayor angustia, y por tanto, a la agravación del problema. Por el contrario, es muy aconsejable que la mujer practique contracciones vaginales y anales, el llamado pipí-stop, que harán que la mujer sienta un mayor dominio sobre sus genitales.
Una vez finalizado el tratamiento, cuando la mujer se siente con ganas de intentar el coito, la posición más recomendable es la de Andrómaca, o mujer cabalgante, posición que le permitirá controlar el grado de penetración. Aunque, lógicamente, si ella esta más cómoda en cualquier otra posición, no tiene ninguna importancia, siempre y cuando sea la mujer la que lleve la iniciativa.
Como en la mayoría de los problemas sexuales, la información sobre este tipo de temas es fundamental. En el caso concreto del vaginismo, además de información impresa, resulta imprescindible una información gráfica de las zonas genitales, pues muchas mujeres han sido educadas de tal manera que desconocen su propia anatomía sexual. |
Una vez recibida esta información, es conveniente que la mujer observe sus propios genitales con la ayuda de un espejo e incluso que se decida a explorarlos, al igual que se aconseja que ésta, juguetee con el pene de su compañero, pues es la mejor manera de que la mujer tome conciencia de que los genitales de ambos se adaptaran perfectamente. Toda mujer debería saber que cuando se halla excitada y por consiguiente, su vagina bien lubricada, ésta se adaptará perfectamente al tamaño del pene; además, la vagina es un músculo que no tiene terminaciones nerviosas que puedan producir dolor.En muchos casos, una buena información sobre el tema puede acabar con el problema, pero en otros no, para estos últimos, aconsejamos la visita al sexólogo, donde éste optará por el tratamiento más adecuado. Será imprescindible que la pareja que acuda a la sexoterapia sea sincera al 100%, de lo contrario el tratamiento estará abocado al fracaso.
Aunque existen diversos tratamientos, aquí sólo expondremos los más habituales.
- Método de la hipno-desensibilización
Este tratamiento es el que ofrece mejores resultados para aquellos vaginismos causados por miedos, fobias o sentimientos de culpabilidad. Éste, utiliza la hipnosis, pues esta comprobado que la relajación reduce la ansiedad. Antes de su inicio, el médico hará un informe en el cual quedará reflejado todos los miedos que angustian a la mujer. Posteriormente, y siempre bajo hipnosis, se le mostraran a la mujer, de manera gradual, imágenes generadoras de ansiedad, según ésta las vaya aceptando. Unicamente cuando ella sea capaz de imaginar la penetración, estará preparada para ello. - Desensibilización mediante el tacto vaginal
En este método, que también se realiza bajo hipnosis, el médico aconseja a la mujer que introduzca su dedo índice bien lubricado dentro de la vagina, si es capaz de soportarlo introducirá dos, y luego tres. Primero será el médico quien introduzca los suyos, siempre bien lubricados, para enseñarle a la paciente como debe llevar a cabo el tacto vaginal, al mismo tiempo que le enseña a respirar, a relajar el abdomen... Todo esto, se realizará de forma paulatina, según el grado de aceptación de cada mujer, pues para que el éxito este asegurado, el tacto vaginal nunca debe producir dolor. Hasta que la mujer no sea capaz de introducirse un tampón y conservarlo durante 24 horas puesto, o soporte que sea su compañero sexual el que sea el autor del tacto vaginal, no estará preparada para la penetración. - El uso de dilatadores vaginales
En este método, el médico, después de haberle enseñado a la mujer el procedimiento de autohipnosis, le indica a ésta que meta su dedo en la vagina. Luego le proporciona un dilatador de plástico bien lubricado, del mismo tamaño que su dedo, y le indica que se lo introduzca en su cavidad vaginal, y le aconseja a la mujer que se lo lleve a su casa para practicar. Pasados unos días este dilatador será sustituido por uno de mayor tamaño, y así sucesivamente hasta que la mujer logre introducirse un dilatador, siempre bien lubricado, del tamaño semejante al pene del hombre. Llegados a este punto, se recomienda a la mujer que practique el coito con su marido, procurando siempre una buena lubricación en la zona.
Sea cual sea el tratamiento utilizado, se aconseja la total ausencia de relaciones sexuales mientras éste dure, pues cada tentativa negativa, induce a una mayor angustia, y por tanto, a la agravación del problema. Por el contrario, es muy aconsejable que la mujer practique contracciones vaginales y anales, el llamado pipí-stop, que harán que la mujer sienta un mayor dominio sobre sus genitales.
Una vez finalizado el tratamiento, cuando la mujer se siente con ganas de intentar el coito, la posición más recomendable es la de Andrómaca, o mujer cabalgante, posición que le permitirá controlar el grado de penetración. Aunque, lógicamente, si ella esta más cómoda en cualquier otra posición, no tiene ninguna importancia, siempre y cuando sea la mujer la que lleve la iniciativa.
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