Un buen número de parejas ven afectada su vida sexual por manifestar dolores fuertes durante el coito. ¿Cómo puede este trastorno perjudicar la relación amorosa? Hoy, en Era Tabú, el Dr. Fernando Maestre hablará sobre el dolor durante el acto sexual y su impacto en la pareja.
Padecer de dolor durante las relaciones sexuales se conoce como dispareunia. Según el ginecólogo, Enrique Flint, puede afectar a ambos sexos, pero es mucho más frecuente en las mujeres, pudiendo ocasionar problemas serios a la relación de pareja, ya que si el dolor es severo, ella intentará evitar el sexo de todas las maneras posibles.
La dispareunia puede ser provocada por múltiples factores tanto físicos como psicológicos, aunque frecuentemente hay un poco de ambos tipos. Esto sucede porque las continúas experiencias de dolor van generando depresión, angustia y evidentemente rechazo a nuevas experiencias dolorosas.
Entre los factores físicos tenemos causas anatómicas, infecciosas, hormonales y muchas otras que pueden pertenecer al ámbito ginecológico o a veces a otros órganos. En el caso de problemas anatómicos se encuentran el himen rígido, tabiques vaginales, entrada a la vagina muy estrecha (muchas veces por secuela de cirugías anteriores).
Entre las causas infecciosas se registran infecciones por hongos, tricomonas u otro germen tanto en vulva como en vagina, así como la enfermedad inflamatoria pélvica, que es un proceso infeccioso que afecta a las trompas y que no solo produce dolor sino también puede causar infertilidad.
Por otro lado, la dispareunia provocada por un factor hormonal ocurre en mujeres durante la menopausia, donde hay disminución de los estrógenos y esto lleva a que la vagina se adelgace, se seque y pierda su elasticidad normal, por lo que la penetración se vuelve dolorosa.
Otras causas en el ámbito ginecológico son el uso de químicos irritantes, tumores, la endometriosis y adherencias, mientras que entre los factores comunes físicos pero no ginecológicos podemos citar la cistitis, colon irritable y problemas de columna como hernias.
Entre los problemas psicológicos tenemos por ejemplo el vaginismo que es la contracción involuntaria de la musculatura de la vagina, con lo que muchas veces se impide la penetración o si se da, es muy dolorosa. El origen del vaginismo puede ser muy variable, aunque frecuentemente está asociado a algún trauma psicosexual pasado, a poca y/o incorrecta educación sexual, rechazo a la pareja o la misma dispareunia, que a la larga condiciona a la mujer a tener miedo de las relaciones.
Es importante que la persona afectada busque un ginecólogo que le inspire confianza y con quien pueda hablar libremente. El médico debe tomarse el tiempo para buscar las causas físicas y corregirlas. Además, buscar el apoyo de un psicólogo que maneje temas de sexualidad para manejar la parte emocional del problema.
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